El programa de Carmen Aristegui, al respecto:
¿Por qué el PRIísta Zedillo no menciona simple y llanamente que es inocente por la masacre de Acteal?
¿Por qué prefiere argumentar que tiene inmunidad por haber sido presidente de México?
¿Qué otro presidente latinoamericano aparte de Zedillo utilizó para que no lo juzgaran por la acción de paramilitares?
Las respuestas, en la editorial de la Jornada del 7 de enero del 2011:
Zedillo: inmunidad, no inocencia
(...) Es posible, sin embargo, que semejante
estrategia no resulte del todo inconveniente para los intereses del
ex mandatario. El alegato de los abogados de Zedillo tiene como
precedente la "declaración de interés", emitida por el
gobierno de Washington en marzo del año pasado, con respecto a la
pretensión de llamar a testificar a Álvaro Uribe, ex presidente de
Colombia, por los presuntos vínculos entre su gobierno y grupos
paramilitares del país andino. A petición del gobierno actual de
Bogotá, la administración de Barack Obama "sugirió" que
el ex mandatario colombiano gozaba de inmunidad judicial en Estados
Unidos, habida cuenta de que los señalamientos en su contra se
referían a actos cometidos "en su desempeño oficial como
miembro de un gobierno".
(...) El actual académico de Yale tiene,
pues, una responsabilidad insoslayable por crímenes de Estado que no
ha sido cabalmente deslindada, y que amerita ser investigada en el
contexto de la demanda civil en la corte de Connecticut y en otras
instancias. La solicitud de inmunidad para Ernesto Zedillo, en
cambio, más que reivindicar la pretendida inocencia del ex
presidente, abona a la percepción generalizada sobre su
culpabilidad.
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