Recibimos por parte de algunos compañeros esta paciente explicación
acerca de cómo se ha realizado las encuestas por parte de la empresa
Mitofsky con respecto a las elecciones presidenciales del 2012 y cómo
las televisoras muestran las gráficas en forma por demás engañosa,
con una supuesta ventaja del PRI, sin tomar en cuenta datos muy
importantes, como los indecisos o los que no contestan las
mencionadas encuestas.
El autor del video nos muestra cómo se mostraron las gráficas en
Enero del 2012 en las televisoras, y por lo tanto de qué manera se
puede manipular el dibujo para engañar a los televidentes.
Sorprende en esta explicación cómo el autor del mismo ni siquiera se toma
la molestia de cuestionar los datos que da Mitofsky, sino que con
sólo leer las “letras chiquitas” de la gráfica puede
explicarnos cómo debe presentarse un gráfico si se quisiera ser
objetivo al presentar la información.
Repetimos: el compañero están tomando exactamente los mismos datos
de Mitofsky (datos que ya muchos ni siquiera creen) pero la
diferencia es la FORMA TOTALMENTE DIFERENTE PARA DAR LA IMPRESIÓN DE
QUE EL PRI ganará.
Las encuestas en este momento, nos dice el compañero, no nos dicen
nada porque por supuesto, da como GANADOR al partido que PAGA LA
ENCUESTA, llámese PAN, PRI o PRD.
El compañero nos dice que para poder elegir bien no debemos de
dejarnos influenciar por encuestas compradas, sino que lo mejor es
ver el pasado de los políticos y los partidos además de las
propuestas concretas de los candidatos.
En la Hormiga de la Base nos queda claro que los trabajadores debemos
tener presente que el verdadero cambio no se va a dar en una elección
de un funcionario, así sea el presidente del País. Como
trabajadores concientes sabemos que el cambio depende de la
organización que los propios trabajadores llevemos a cabo por
nosotros mismos, a través de alternativas como la organización
celular autogestiva, pero por supuesto, debemos de tener en cuenta
que no vamos a elegir al candidato que nos perjudique más, sino al
que consideremos menos peor para los intereses de los trabajadores.
Nuestra obligación es votar, pero con la claridad de que no vamos a
delegar en ningún candidato nuestros derechos, ya que esos los
debemos defender nosotros mismos.
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